Páginas: 340 Formato cm. 17x24. Idioma: ESPAÑOL
Ediciones PensareDiverso. Copyright 2018
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Sinopsis
Desde el mito de la cueva de Platón, a la sincronicidad de Carl Jung, al universo holográfico de David Bohm. La física cuántica rechaza el materialismo y revela el componente espiritual del universo,
Autor: Vicente Cajal
El libro está dividido en tres partes. En la primera parte (Las intuiciones) el autor discute las hipótesis más relevantes sobre la realidad ilusoria del mundo perceptible. Los grandes pensadores han previsto la existencia de un nivel de conciencia que trasciende la materia. Encontramos esta idea en el mito de la caverna de Platón, en la "Teoría inmaterialista" de Berkeley, en la "Psicología de la forma" (Gestaltpsychologie). La fuente más autorizada se encuentra en los trabajos sobre el inconsciente colectivo y sobre la teoría de la sincronicidad de Carl Jung.
En la segunda parte (Confirmaciones) el autor describe de manera elemental pero detallada el camino de la física cuántica, desde el experimento de doble rendija de Thomas Young hasta los fenómenos de superposición de estados y correlación cuántica. A través de estas claves privilegiadas es posible comprender el entrelazamiento cuántico. En la tercera parte (Perspectivas) el autor describe las teorías desarrolladas por David Bohm sobre el "potencial cuántico" sobre el "universo implicado y explicado". y sobre la visión holográfica del cosmos. Todo se explica con absoluta sencillez, sin el uso de fórmulas matemáticas y con la ayuda de muchas ilustraciones.
La humanidad, desde sus inicios, quiso investigar el origen y composición de las cosas, descubrir su funcionamiento y su finalidad íntima.
El método utilizado universalmente es descomponer los objetos en partes cada vez más pequeñas, y luego analizarlas con todas las técnicas posibles, desde la investigación visual hasta las reacciones químicas. Esto todavía sucede hoy. Por ejemplo, si un científico quiere descubrir la estructura química y física de un cubo de granito, lo romperá en pedazos cada vez más pequeños hasta que se divida en átomos individuales.
Sin embargo, si el propio científico quiere investigar las partículas individuales que componen el átomo, recibe una sorpresa increíble. El cubo de granito se comporta como lo haría un cubo de hielo. El científico ve materia que se convierte en niebla, se evapora, desaparece entre sus dedos. La materia sólida se convierte en energía que vibra.
Las partículas individuales se transforman en ondas fluctuantes sin ninguna corporeidad sólida.
A nivel subatómico, la materia ya no es materia sólida, se convierte en algo diferente.
Las partículas elementales nos engañan. Parecen motas sólidas si alguien las observa, pero se comportan como ondas vibratorias cuando no se las observa.
Los átomos prácticamente solo contienen vacío.
En la superficie, creemos que podemos tocar, pesar, manipular y medir la materia. Pero, en su composición más íntima, la materia se convierte en una onda de vacío, energía, información, onda o vibración. Lo que nos parece material sólido, en su esencia más íntima, ya no es material sólido.
En este punto, está claro que ya no podemos hablar de una sola realidad. Dependiendo de los niveles de observación, desde lo extremadamente pequeño hasta lo infinitamente grande, hay muchas realidades, todas diferentes pero todas absolutamente verdaderas.
O, quizás, hay muchos aspectos de una realidad superior, aún desconocidos. Todas las filosofías y religiones siempre han planteado como hipótesis una "zona del espíritu" que trasciende la materia; nadie, sin embargo, ha podido proporcionar pruebas de su existencia. Hoy la física cuántica está abriendo una enorme ventana a horizontes que, hasta el siglo pasado, no podíamos haber imaginado. Las confirmaciones proceden de los experimentos realizados con éxito, especialmente los relacionados con el fenómeno del entrelazamiento cuántico.
Hoy sabemos que hay un nivel de realidad que ya no está sujeto a las limitaciones de la física newtoniana. La física de la materia ya no es suficiente para describir el universo.
La física cuántica demuestra la existencia de un nivel en el que la energía y la información se apoderan de la materia. Este es el nivel "no local". Podríamos definirlo a nivel psíquico o espiritual. En este nivel, una Inteligencia universal interactúa con la humanidad. Los caminos de comunicación con el universo inteligente pasan por el inconsciente colectivo que fue teorizado por Carl Jung.
Las sincronicidades junguianas nos guían en un proyecto evolutivo cultural. Es un proyecto del que estamos empezando a tomar conciencia.TUTTICOL